Información sobre el Cáncer de mama

ginecologia

El cáncer. Palabra temida, tabuizada, evitada. El de mama es uno de los más extendidos. Aún no hemos logrado dominar totalmente este duro azote, pero hoy sabemos que la medida más efectiva es la prevención. Sin duda. Cogerlo a tiempo -en el caso de que ocurra- es la medida más eficaz. Para ello, hemos de conocer nuestro cuerpo y -sin obsesiones- observarlo y palparlo periódicamente.

Ginecología

Nuestro cuerpo está formado por un conjunto de tejidos y órganos, con un admirable equilibrio entre ellos. Las células son los ladrillos de todo este admirable entramado, perfecta obra de ingeniería. Las células se nos van muriendo y el cuerpo las va reponiendo. Miles y miles de células se nos mueren cada día. ¿Te imaginas qué ocurriría si las células del pecho, del hígado o del estómago fueran sustituidas por otras que no cumplieran debidamente su función?

Pues eso es el cáncer. El cáncer es una formación anormal de algunas de esas células y tejidos, que debido a un problema en la transmisión de la información de los códigos genéticos a la hora de reponerlas, crecen y se multiplican de una manera desordenada y caótica, y terminan destruyendo el edificio de nuestro cuerpo si no se corrige a tiempo ese crecimiento desordenado y anormal.

Distintos cánceres

Según dónde se produzca ese problema de información, ese desarrollo desordenado de las células, aparecen distintos tipos de cáncer. El más frecuente de los cánceres femeninos es el cáncer de mama (29 %). Luego le siguen el de útero (13 %), el cáncer de cuello de útero (5 %), el de ovario (4 %) y otros.

Dentro de todos ellos, el cáncer de mama constituye un motivo especial de preocupación para muchas mujeres. Tal vez porque además de los riesgos que conlleva, los pechos son algo más que unas glándulas torácicas, y están implicados tanto en la propia imagen, en la autoestima, como en la identidad sexual.

Una frecuencia que aumenta

No es positivo recurrir al sensacionalismo y a historias morbosas y macabras para asustar al personal. Bastantes sinsabores salpican el camino, como para encima echar más leña al fuego. Pero tampoco es muy inteligente mirar para otro lado, como si no pasase nada. El cáncer de mama va en aumento y parece que va a continuar esa tendencia. El cáncer de mama puede suceder a cualquier mujer. De hecho 1 de cada 9 mujeres que nacen padecerá esta enfermedad. Aunque 4 de cada 5 mujeres que padecen de cáncer mamario no tienen antecedentes familiares de esta enfermedad, las probabilidades de padecerlo aumentan si ya lo has padecido, si tu madre, hermana o hija lo han padecido, o si tienes más de 50 años de edad. En Euskal Herria, en los últimos 15 años ha aumentado en un 30 %, provocando unas 250 muertes anuales. Lo importante es prevenir, poner los medios para tratar de que no ocurra. Eso sí, sin obsesiones ni paranoias.

Cogerlo a tiempo

Desde que se dan las causas que producen el cáncer de mama hasta que se forma el tumor, transcurre un tiempo. Es muy importante señalar que a lo largo del período de formación de un tumor, no hay síntomas y la mujer se siente aparentemente bien. Y sin embargo, de saberlo, este es el momento más propicio para actuar, cuando más posibilidades hay de curarlo e impedir su desarrollo.

Es por ello que las medidas preventivas son (siempre) más eficaces que las curativas, cuando el desarrollo de la enfermedad está ya más avanzado. De donde se desprende que las revisiones giencológicas periódicas han de hacerse cuando la mujer se encuentra bien, sin esperar a encontrarse mal. Es una carrera contra el tiempo.

Ginecología

Cuando te hacemos una revisión ginecológica abordamos tres cosas: la historia, la exploración y la citología. Con la historia tratamos de detectar indicios que adviertan de una mayor probabilidad en cada mujer. O sea, saber si tienes muchos boletos para el sorteo. Con la exploración tratamos de detectar (mediante el aspecto y el tacto) cualquier posible alteración ya en curso. Y al mirarte los pechos, tratamos de observar cualquier posible cambio en su aspecto, y palpar cualquier pequeño bulto anormal que nos alerte sobre un incipienta e proceso tumoral. Si en la palpación se aprecia alguna irregularidad, hay que hacerte bien una ecografía o una mamografía a fin de tener datos más concluyentes sobre forma, tamaño, aspecto y ubicación de cualquier bulto sospechoso. Esta es la mejor manera de detectar el cáncer de mama en fases iniciales, llegando a detectar tumores de apenas 5 mm de diámetro, lo cual supone adelantarse unos tres años al momento en que el tumor es ya palpable. De ahí las enormes ventajas de estas revisiones preventivas.

Hoy en día aún no tenemos un conocimiento exhaustivo de sus causas y de los factores de riesgo, de modo que no sabemos cómo prevenirlo. Pero lo que sí sabemos es que el diagnóstico precoz es el arma más importante con que contamos contra el cáncer de mama. Son muchos los tumores que se detectan en revisiones rutinarias, con la ventaja que ello supone.

Cuando la mamografía detecta la presencia de un bulto extraño, el siguiente paso es realizar una pequeña biopsia para determinar la benignidad o malignidad del tumor. Luego, las medidas terapéuticas a tomar dependerán del resultado de cada caso. En un 95 % de los casos, se trata de tumores benignos, que una vez extirpados, no hay motivo alguno de preocupación.

En los últimos 10-15 años se han abierto nuevas vías terapéuticas de cara al tratamiento de los tumores malignos. En los casos en que el tumor está ya muy extendido, hay que proceder a la extirpación del pecho, pero se ha comprobado que en fases más tempranas, cuando todavía los ganglios de la axila aún no están afectados y el tumor no sobrepasa de 4 cm de diámetro, y el cirujan@ pueda extirparlo con al menos 1 cm de tejido sano a su alrededor, puede conservarse la mayor parte del pecho. De donde (una vez más) se deduce la ventaja de su detección precoz.

Es tan importante coger las cosas a tiempo, que en la sección "exploraciones mamarias" te proponemos una sencilla manera de aprender cómo palparte tú misma los pechos. Para que en el caso de que observes cualquier cambio (por pequeño que sea) en tus pechos, nos lo comentes lo antes posible. Y así poder explorarte de inmediato, hacerte las pruebas que sean necesarias y actuar con prontitud si fuera necesario.

Si tienes un Cáncer de mama y necesitas un especialista que te ayude, puedes ponerte en contacto con nosotros o acercarte a la Clínica Askabide, para pedir cita y ayudarte lo antes posible. Llevamos más de 30 años ayudando a nuestros pacientes

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